La
muerte el 20 de junio de la joven iraní Neda Agha Soltan desencadenó una
protesta mundial tras ser colgado en Youtube y difundirse en la red. Tuvo dos
consecuencias fundamentales: dio lugar a la difusión de una versión alternativa
de los acontecimientos ofrecida por el gobierno iraní y la repercusión
convirtió a una anónima en heroína popular, un personaje mediático cuya
personalidad y vida están ligadas a los acontecimientos que la hicieron famosa:
su muerte. Esto confirma el dicho: sin imagen no hay noticia y que una vez mas
fueron los ciudadanos y no la prensa especializada quien la mostro.
Lo interesante la historia de
Neda es cómo da lugar a un relato, cuyas características son posibles gracias a
las nuevas tecnologías y redes sociales, creado por múltiples voces procedentes
de todas las partes del mundo.
El
caso de Neda fue el que más transcendió de las 27 victimas mortales en los
enfrentamientos de elecciones debido a la grabación y publicación en Youtube, cuyo
video, fue premiado con el primer premio de periodismo George Polk de la
Universidad de Long Island por “convertirse en una imagen icónica pese a no
saber quien lo grabo”. El jurado dio así reconocimiento a un ciudadano anónimo
que, como miles que disponen de cámaras en sus teléfonos móviles, graban
acontecimientos no cubiertos por los medios tradicionales. No obstante el video
y el premio se vio envuelto en la polémica sobre su veracidad (el gobierno
iraní lo tachó de montaje) y por calificar un documento de este tipo como
periodismo fomentando el periodismo ciudadano. No obstante, pese a la
objeciones, Neda se convirtió en un símbolo para muchos iraníes y en una
leyenda.